Hubo un tiempo donde las enciclopedias y los sellos postales cumplían la función de enseñar los paisajes, medios de transporte o personajes de una cultura como si fueran ventanas al mundo. La filatelia no cuenta solo la historia del correo postal, sino que traza una línea del tiempo ilustrada sobre los acontecimientos y temas de lo más diversos. El gesto de la colección, reinventa a cada momento la historia y la dota de sentido.
Durante 2021, los integrantes del Centro Filatélico de Luján volvieron a reunirse. El año pasado se cumplieron 35 años de su fundación, hecho que se celebró con una gran muestra virtual de sellos postales. Ingresamos a la Biblioteca Ameghino con ganas de saber más sobre el oficio de la filatelia, y nos encontramos con Christian Pérez, presidente del Centro.
Sobre sus inicios, recuerda que “ mi actividad en este centro comenzó al año siguiente del nacimiento del club, en el 86. Cuando fue la segunda muestra, cuyo tema fue Ameghino, yo tenía 8 o 9 años. Llegué gracias a mi hermano; él compraba unos sobres que vendían en los quioscos y traían como 50 0 100 estampillas. Claro que, al ser chico y no conocer el tratamiento, los pegaba con plasticola, con cinta Scotch” dice Christian.

Las ventajas de pertenecer a un club vinculado a una afición tan específica como es la filatelia, es que se aprende a tratar los elementos, a clasificarlos y a presentarlos. Cada una de las personas del club colecciona sellos postales sobre distintas temáticas aunque, como nos cuenta Christian, “la forma tradicional de comenzar es por un país, pero luego, para organizar el contenido, muchos prefieren centrarse en un tema en particular”.
Walter Cravero colecciona sobre dragones y cine. Su carpeta de 16 hojas, narra la historia del dragón siguiendo la línea temporal de las estampillas y enteros postales que fue reuniendo a lo largo de los años. Cada país emite una cierta cantidad de sellos y, gracias a internet y al contacto con otros clubes, hoy es posible encontrar lo que buscamos para ir completando la colección mediante la compra o el canje.

“Hay temas que mucha gente colecciona, como flores, animales, autos. A mí me gusta ver la historia del país reflejada en mi colección. Puedo observar los acontecimientos más importantes, ver cómo fueron cambiando las impresiones a lo largo del tiempo, detectar pequeños detalles en cada versión, como diferencias en la tinta o en las líneas”, dice Jorge Giudici, mostrándonos con una lupa una reimpresión del primer sello postal argentino, y algunas manchitas o diseños movidos de lugar en las diferentes estampillas.
El club reúne también a distintas generaciones en una actividad común. Sandra Isa, llegó al club gracias a su padre. “En ese momento amplié mi visión, porque aprendí que no solo las estampillas pueden coleccionarse, sino que sellos, matasellos, sobres y otros documentos existen y son importantes para la historia postal de una país”. Ahora, Sandra se encuentra coleccionando sobre el rol de la mujer a lo largo del tiempo. “Sabemos cuáles son los temas que nos interesan, y siempre en la búsqueda propia se cruzan otros materiales que pueden formar parte de la colección de otro integrante y así nos complementamos”.

Es también el caso de Daniel Meiana, que asiste al club con su hijo Lázaro. Daniel está estudiando la historia del tango en Argentina, y su mirada sobre la temática es amplia. En su colección entra una estampilla del Diego “pues cantó el tango El sueño del pibe”, y algunas estampillas sobre barrios porteños.
Su hijo Lázaro se acerca para mostrarnos una colección de postales que emitió el Correo Argentino en 1998, aunque en realidad, su mayor interés es el ajedrez por correspondencia. “Me encanta coleccionar las jugadas de ajedrez por correspondencia. Así lo jugaba la gente hace siglos, y a veces tardaban meses y meses en responder el siguiente movimiento”, cuenta Lázaro que, como nativo digital que es, evidencia en su relato lo increíble que puede resultar hoy aquella espera.
A la hora de exponer, quienes integran el CeFiLu arman marcos. Un marco es la historia de la colección, correctamente ordenada y contada en 16 páginas tamaño A4. Lucas Di Pietro, por ejemplo, elaboró una colección sobre la Antártida en la que ya lleva más de tres años trabajando. Y Ernesto Sola, quien se reconoce apasionado de la historia de Luján, reunió 8 marcos sobre el tema, mostrando la historia local en exposiciones nacionales e internacionales, en una de las cuales llegó a ganar medalla de oro. “Cuando elegís un tema, te tenés que empapar de contenido para saber lo que estás nombrando. Además del comentario filatélico, donde van la editorial que imprimió la postal, el fotógrafo, la fecha, si fue enviada o no, lo tenés que acompañar con un relato histórico”, cuenta Ernesto.

Hoy, los temas para coleccionar siguen surgiendo a medida que la historia avanza. Prueba de esto, son las numerosas estampillas que algunos países emitieron con motivo de la pandemia de COVID19.
Si bien los modos de coleccionar cambian o se amplían, la pasión continúa. Las millones de personas que coleccionan sellos, se sienten unidas en una actividad que involucra un legado material pero tiene sin dudas un fuerte valor sentimental.
Las puertas del CeFiLu están abiertas para quienes quieran acercarse al interminable y siempre en construcción mundo de la filatelia. Si querés formar parte, podés comunicarte a través de Facebook o al correo cefilujan@gmail.com
