En el marco de las acciones por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una caravana violeta recorrió barrios de Luján y Rodríguez. Partió desde la entrada de Valle Verde sobre la ex-ruta 7, hasta el centro de Lezica y Torrezuri, con el objetivo de visibilizar la red de cuidado contra la violencia machista.
La comunicación entre mujeres y disidencias de los barrios Valle Verde, Lezica y Torrezuri, Los Laureles y Los Troncos del Alma, este último perteneciente a General Rodriguez, evidenció una situación preocupante: el acoso en la vía pública es moneda corriente. Mujeres y niñas lo sufren a diario y desde muy temprana edad.
Pensando en cómo interpelar a la comunidad y en elaborar un mensaje para las infancias y las juventudes, “nos empezamos a organizar y pensamos que lo mejor era poder dar un mensaje en conjunto que tuviera que ver con que dentro de nuestros barrios no queremos violencia machista, no queremos acoso, dentro de nuestros barrios vamos a visibilizar las situaciones en que nos sentimos oprimidas” explicaron desde la convocatoria.
“Queremos llegar a nuestras infancias y juventudes con un mensaje que demuestre que nos podemos defender, que nos podemos organizar, que podemos decir basta, que podemos pedir ayuda”. En ese sentido, la actividad tuvo el objetivo de difundir números de teléfono y espacios a donde dirigirse ante situaciones de acoso.
Cómo explicaron desde la organización, esta actividad también busca realizar actividades territoriales que permitan articulaciones entre los espacios de la comunidad, “rompiendo los límites ficticios entre barrios para poder articular la resistencia frente a la violencia machista”. En el recorrido hasta el centro del Barrio Lezica y Torrezuri plasmaron de diferentes formas el mensaje “no es piropo, es acoso”.
La caravana fue, además, un reencuentro “los barbijos y la distancia social no pudieron esconder nuestras sonrisas ni esos abrazos gigantes (contenidos) que se dan sin tocarse. Hubo maestras que se encontraron con sus estudiantes, madres que comparten la misma escuela de sus hijes, vecinas conocidas de pasada, miradas de otras que no se quedaron en la caravana pero, compartían nuestro mensaje silenciosamente” expresaron tras la movilización.
Las vecinas también evaluaron una buena recepción por parte de la comunidad. “En todos los negocios en los que paramos para dejar nuestros carteles fuimos muy bien recibides. Nos detuvimos a explicar en cada parada de esta caravana que sabemos que nuestras infancias están siendo acosadas en los barrios pero, que aún no hay denuncias oficiales” agregaron.
“El cartel no sólo deja un mensaje para los acosadores y violentos sino, para quienes lo sufren, son testigxs o necesitan proteger a sus hijes de estas situaciones” explicaron “eso también fue muy importante porque, nos permite articular los lazos solidarios más allá de las distancias y más cerca de lo que nos pasa. Creemos, que hoy dejamos en esta experiencia el alerta de la organización feminista“.
Diversas estadísticas indican que una amplia mayoría de las mujeres jóvenes en argentina han atravesado acoso en la vía pública al menos una vez. Este tipo de violencia puede tomar la forma de comentarios sexuales, videos o grabaciones hechas sin consentimiento, contacto físico sin consentimiento, gestos obscenos, persecución o arrinconamiento, entre otros.
El acoso en la vía pública puede denunciarse. Además, puede solicitarse asesoramiento en la Dirección de Géneros y Diversidad, en Colón 177 o llamando al 440077, o a organizaciones feministas que tejen redes de cuidado comunitario desde distintos espacios de cada barrio.