Este lunes el Concejo Deliberante retoma las sesiones ordinarias y entre las bancas opositoras reluce la figura de Rita Sallaberry. Joven, impulsiva y heredera de un carácter que en el ámbito político asocian a su abuelo y fundador de la Unión Vecinal, Pedro Silverio quien acumuló 24 años como intendente de Luján, por el voto y por las botas.
Tras imponerse en las primarias de 2021 como la candidata más votada de Juntos, Rita tenía un camino ancho para recorrer hasta estos vertiginosos días preelectorales. Sin embargo, no pudo, no supo o no quiso consensuar con las figuras que revolotean en la oposición y; primero de a poco, luego de a mucho, sufre las filtraciones internas que la exponen en un perfil muy distinto al que muestra en campaña electoral.
Ladran Sancho dialogó con Romina Cejas, empleada administrativa del bloque de concejales que comanda Sallaberry para conocer los motivos de su despido, inesperado y desprolijo, que revelan los tratos de la jefa vecinalista. Testimonios que pidieron reserva se fueron sumando para confirmar que en la interna opositora ya no queda margen para buenos modales.
“Es antidemocrática” la describe Cejas. Nieta de abuelo peronista y abuela radical, Romina asegura que el bichito de la política la picó desde su juventud y por eso se sumó a las filas del partido que fundó Mauricio Macri. En la interna a cielo abierto que sufre la oposición, Romina se inspira en la figura de Patricia Bullrich y no duda en confirmarlo cada vez que tiene oportunidad. A Sallaberry le cuesta digerir las simpatías de su propia militancia cuando no se alinean al trío: Macri – Vidal – Ritondo.
En la actualidad, Romina está al frente del espacio de mujeres del PRO y hasta el 1 de marzo de este año trabajó como empleada administrativa del bloque de concejales en Luján. El ofrecimiento le llegó tras militar fuertemente la campaña de 2021 en la que Sallaberry salió victoriosa por pocos puntos que le aventajó a Nacho Castaños (PRO Luján). Romina fue la persona indicada para sumarse al trabajo administrativo dentro del cuerpo legislativo para acompañar a Juárez quien firmó su baja recientemente.

Jefa de hogar, lleva la dinámica de atender a tres hijos adolescentes sin perder de vista a los dos más grandes que, a su vez, ya le dieron nietos. El trabajo en el Concejo Deliberante se dio para ella como una combinación perfecta que, además de darle un ingreso digno, le permitía seguir haciendo política. Tal era el entusiasmo que afrontó – sin pedir licencia – el tratamiento de quimioterapia por un cáncer de útero que pudo superar, aunque sigue atenta a su salud.
“Me levantaba a las seis de la mañana, preparaba a los chicos para ir al colegio y me iba a trabajar al Concejo Deliberante. Cuando terminaba me iba para el Austral a hacerme el tratamiento y recién volvía a casa a las nueve o diez de la noche” recuerda la rutina de aquellos largos meses. “Todos los turnos que me daban por la mañana los pasaba para la tarde” agrega.
El día de su último cumpleaños, en enero de este año, recibió un llamado de la concejala María Alejandra Juárez (PRO), pero no era para felicitarla, sino para pedirle una reunión. Al día siguiente le informan que por orden de Rita Sallaberry sería desvinculada del cuerpo legislativo. De la reunión también participó Andrés Salvatto (PRO)
La sorpresa fue un baldazo de agua fría para Romina, quien esperaba que se concretara la promesa que había recibido respecto a “un pase a la planta municipal”. Nada más lejos. Las excusas sobre su baja pasaron porque había que hacerle lugar a los radicales que comanda el socio de Sallaberry, Ezequiel Pérez Naveiro; entre otras.
Sin embargo, para Romina no hay dudas de que se trata de un pase de facturas por viejos reclamos a la vecinalista – de la que no solo ella fue portavoz – y particularmente por una reunión abierta a la que asistió invitada por los encargados de manejar la primera sección electoral para Patricia Bullrich. Entre otros, estuvo Martín Culatto, exdirector nacional de Seguridad, mientras Bullrich fue Ministra y actualmente armador de “Pato” en la primera sección electoral.

“Yo le avisé a Salvatto y él me autorizó, luego lo negó y dijo que él no había entendido de que se trataba. Ahora, yo me pregunto, si estamos todos en Juntos y en el PRO, ¿Cuál es el problema de que vaya a una reunión abierta por Patricia Bullrich?” duda Romina.
Para ella, es evidencia que la hayan eliminado del grupo de WhatsApp llamado “Unión Vecinal – PRO” luego de que se compartiera una nota periodística del portal Tribuna del Pueblo en la que Romina aparece en la foto de portada junto a quienes bancaban la precandidatura de Bullrich.
El despido de Romina, que obedece a razones de la interna opositora y a los tratos de Sallaberry no tardó en expandirse como pan caliente en el WhatsApp de dirigentes locales. ¿Todos contra Rita?.
Un grupo cada vez más grande de radicales reprochan que el Comité de la calle Mitre se subordine a la Unión Vecinal, del mismo modo que para los amarillos no alineados a Rita es tedioso compartir el sello y las referencias nacionales. En Luján el partido de Macri no está regularizado.
La desvinculación de Romina cae en el abismo de la grieta opositora y mientras el bando de Sallaberry lo normaliza, a sus contrarios en la interna los exaspera. Entienden que el rol de Romina al frente del grupo de mujeres del PRO y su referencia con la presidenta del partido a nivel nacional es motivo suficiente para tener otras consideraciones y no el destrato que recibió.
Las consecuencias también llegan a la presidencia del HCD. Antes de que la baja de Romina se haga efectiva, pero asociado a su despido, sufrió una internación de urgencia por una grave gastroenteritis a la que hay que prestar especial atención dado sus antecedentes médicos. Por ese motivo, fue su madre quien se arrimó al Concejo Deliberante con certificados y documentos para pedir una licencia médica antes del 1 de marzo, fecha en la que su despido se hizo efectivo. Por parte del presidente del cuerpo, Agustín Musso, la madre de Romina solo confirmó el destrato y la falta de respuestas. “Yo no me puedo comunicar porque me tienen bloqueada” completa Romina mientras continúa cumpliendo el reposo desde su casa.
“Todo el año sufrí acoso laboral y presión por charlar con otros referentes como Héctor Griffini (Comprometidos por Luján) o Jeremías Rodríguez (CC ARI). Estoy muy enojada y desilusionada. Me prometieron un pase al ejecutivo y terminé con una baja” continúa Romina.
Ladran Sancho consultó a la concejal María Alejandra Júarez quien confirmó la desvinculación que obedece a una decisión política y negó que haya irregularidades en tanto a lo que marca el reglamento del HCD. Según la concejala, que responde a Sallaberry solo recibió un pedido de licencia posterior a la baja de Romina y por ende invalida.

El mal trago sumado a su estado de salud no terminan de alejar a Romina de la política. Dice que seguirá apoyando a Patricia Bullrich y que la mejor manera de hacerlo es exponer los tratos de Sallaberry al frente la Unión Vecinal y una sección del PRO en Luján que responde a ella. “Quiero decirlo, no me quiero guardar más nada” afirma ante la consulta de este medio.
Recibió apoyo de sindicatos de Luján aunque no está afiliada y otros referentes que disputan la interna de la oposición. Incluso dentro de las filas de Rita confirman los señalamientos a la vecinalista. “Cuando la interpelamos para que tenga más presencia en los barrios dice que a ella ya la conocen” remarcan temerosos desde la UV. Una frase que todavía recuerdan en la voz de uno de los alfiles de Sallaberry fue: “Si vos querés respetar a los vecinos, andate con ellos. Acá se respeta a Rita”.
“Lo que más bronca me da es que no me haya hablado, cuando me despidieron no estuvo en la reunión” continúa Romina. Supo por gente en común que a Sallberry le plantearon que el estado de salud de Romina merecía una reconsideración, pero negó saberlo y confirmó el despido. “Tienen una obligación de darme una respuesta sobre el pedido de mi licencia” sigue reprochando Romina.
Las puertas que pueden tocar solo tienen picaporte del lado de adentro. Una de ellas corresponde a la jefatura del bloque de concejales y el portero es Nicolás Quarenta, uno de los primeros amarillos locales, expresidente del HCD, denunciado penalmente por Sallaberry y actual jefe de su bloque de concejales. La telaraña del poder tiene infinitos hilos, pero son pocos quienes la tejen.

Los retratos de Sallaberry continúan en voces diversas que salen desde sus propias filas e incluyen órdenes expresas de no asistir a actos de Santilli si es Griffini quien anfitriona o de Bullrich si no es ella quien la recibe.
En la interna que vive la oposición no hay márgenes para buenos modales y Sallaberry es reprochada cada vez con más fuerza. En su ambición por volver al Ejecutivo local, pero esta vez como intendenta, cosecha más reclamos de sus excompañeros de gobierno y hasta los cercanos a Oscar Luciani confirman el enojo que el ex intendente mantiene por la postura de Sallaberry.
La heredera del vecinalismo tiene una campaña por delante y se amontonan testimonios que no ayudan a su perfil. El de Romina ¿Será el único?.
Vergüenza ajena dan los 4-5 amiguitos que siguen obsecuentemente a esta piba sin ideas, encima que se ponen un precio es un precio bajo. Esperemos que el resto de la oposición esté a la altura de las circunstancias