El Concejo Deliberante tratará una ordenanza que busca regular la tenencia responsable de “perros potencialmente peligrosos”, con el objetivo de generar un control sobre distintas razas de caninos para preservar la seguridad de vecinos y vecinas, y otros animales y mascotas.
Los casos de ataques de perros de porte y con fuerza en sus mandíbulas empiezan a ser más frecuentes en Luján. Más allá del morbo de los noticieros y las redes sociales, las denuncias en barrios empiezan a configurar una estadística informal a la que decidieron prestarle atención desde la Comisión de Salud del Concejo Deliberante.
A poco de iniciado este año, un niño de 3 años fue víctima del ataque de un perro que comprometió seriamente su salud con una herida en el cuello y derivó en la intervención de Bromatología y Sanidad Animal de la Municipalidad.
En la Provincia de Buenos Aires ya rige la Ley N°14.107 que considera perros potencialmente peligrosos a aquellos “incluidos dentro de una topología racial que por su naturaleza agresiva, tamaño o potencia de mandíbula, tengan capacidad de causar la muerte o lesiones graves a las personas y a otros animales”. Si bien Luján adhirió a esa Ley, nunca la aplicó.
En abril del 2022, un grupo de vecinos y vecinas juntó firmas, reclamó la reglamentación de la norma provincial y pidió generar marcos legales a nivel local. En ese sentido Fernanda Castro, vecina que denunció el ataque de un Pit Bull a su gato, aportó al Concejo Deliberante varias cuestiones a tener en cuenta en la reglamentación, al ser una de las impulsoras a que se discuta esta normativa.
Sin embargo, la disyuntiva aún no fue saldada. ¿Los perros son potencialmente peligrosos por naturaleza? ¿Es una cuestión de raza? ¿O más bien de crianza? Julio Pereyra, médico veterinario y presidente del Círculo de Veterinarios de Luján, acercó algunas ideas para seguir debatiendo el tema. En este sentido, resaltó que la crianza del animal tiene mucho que ver en su conducta.
“Un perro potencialmente peligroso es un perro mal educado y de 20 kilos para arriba. No existen razas. Hay razas que son para una tarea específica, que no es el hogar. El que es potencialmente peligroso es el dueño. En el momento de instruir a la mascota quizás no se informa, no va a un profesional, no sabe los cuidados que tiene que tener, no tiene conocimiento de cómo se educa un perro, no tiene la casa en condiciones para que el perro no salga a la calle”, expresó el profesional.
Por su parte, el veterinario Juan Ignacio Pighín también hizo referencia a cómo es instruido el animal: “Si uno no sabe cómo ponerle límites, se vuelven agresivos, territoriales. De todas maneras, todos los perros pueden ser potencialmente peligrosos, depende cómo se los crie. Lo que es real es que hay razas que tienen mucha fuerza, como los Pit Bull, que si muerden pueden producir muchos daños, pero también te puede atacar un labrador”.
Agustina Torres, concejala del Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Salud, explicó que se presentará una propuesta normativa a nivel local y remarcó: “Tomamos modelos de otros municipios en donde esta ordenanza ya funciona, como por ejemplo el de General Pueyrredón. La idea es poder generar una regulación sobre estas situaciones”.
El proyecto incorpora un Registro de Propietarios de “Perros Potencialmente Peligrosos”, donde se consignen los datos personales del propietario del animal y los datos del perro que permiten individualizarlo, con el lugar habitual de residencia. Uno de los puntos de la ordenanza, por ejemplo, es que el lugar de residencia del animal cuente con rejas altas, para evitar que se escapen y así atacar a otros animales o personas. Además, si sale a la calle, debe hacerlo con bozal y correa corta, entre otros requisitos.
“Hay diferentes puntos que vamos a generar en esta ordenanza. Si el perro muerde más de dos veces en un año va a llevar un control especial, también se puede analizar la aplicación de multas, etcétera”, anticipó la concejala. Los controles se van a realizar en conjunto con bromatología, el policlínico municipal y también se va a invitar al Círculo de Veterinarios para que participe.
Sin embargo, desde el Círculo de Veterinarios ven varios déficits en esta ordenanza. “Si vos ponés semáforos en las esquinas, pero a la gente no le enseñas normas de conducir, no vas a disminuir los accidentes de tránsito. En vez de usar la energía en educar, la usamos en legislar, cosa que después tenemos una ley que es inaplicable”, resaltó Julio Pereyra.
Mientras el debate en las calles continúa, en el Concejo Deliberante avanzan con la escritura del proyecto de ordenanza que aporte mayor claridad al abordaje de la problemática.