El Club Apolo de Mercedes fue testigo de la convocatoria que cruzó varias generaciones, aunque con buena impronta juvenil, durante la charla que ofreció Ofelia Fernández en una actividad organizada por La Cámpora y el Frente Patria Grande.
La legisladora más joven de Latinoamérica hizo un repaso por el contexto que la empujó a la militancia desde aquel capítulo de Casi Ángeles interrumpido por una cadena nacional de CFK cuando tenía apenas 10 años, los días en el Centro de Estudiantes del Carlos Pellegrini, el activismo feminista y la actualidad en la legislatura porteña. “Nací en el 2000 y soy hija política de un momento en donde la democracia ampliaba derechos. Yo no fui a la política, sino que la política me invitó de muchas formas a sumarme, a ser parte” planteó de arranque para llegar al punto que atravesó buena parte del encuentro: ¿Qué hacer en el escenario actual?, ¿Cómo romper con el desánimo?.
Frente a las nuevas generaciones que ocuparon las primeras filas del Club Apolo, Ofelia planteó que “tenemos que renovar las invitaciones a militar, a cambiar las cosas, a construir. Como lo hicieron con nosotros y nosotras. De forma atractiva. No creo que se pueda decir: vení pibe, vamos a ordenar la macro; o, vení a ver si podemos bajar dos puntos de inflación” ironizó Ofelia. “Si no hacemos nada, las nuevas generaciones van a ser hijos de la antipolítica” agregó.
Para graficar el estado de situación, Ofelia instaló “El teorema de Mbappé” que apunta a entender la subjetividad en política desde los contextos que vivimos. La frase del francés que indicaba que “ninguna selección sudamericana podía ganar el mundial de Qatar” tenía asidero desde la juventud del futbolista que solo había visto levantar la copa a selecciones europeas. Así, “los pibes y las pibas, lo único que ven hoy es que es difícil independizarse por lo caro que es alquilar o que conseguir un buen trabajo parece imposible. ¿De qué manera vamos a dialogar con esa generación que desde hace 8 años está desanimada y sin horizontes?”.
Para Ofelia, al escenario actual se suman el consumo problemático, los trastornos alimenticios y la depresión como consecuencias sociales de la crisis económica y política. Entender estos fenómenos como colectivos y no individuales aparece como una primera clave para empezar a desandar el camino. “Cualquier espacio colectivo es bueno para empezar a charlar de nuestros problemas, buscar respuestas y conclusiones colectivas” invitó.
Del diagnóstico de nuestros tiempos surgen propuestas concretas para una gestión de gobierno que fueron plasmadas en el programa de Desarrollo Integral para una Argentina Humana y Federal y que trabajaron en conjunto los referentes Juan Grabois y Wado de Pedro. Ofelia destacó varias de las propuestas y pidió a la militancia echarle un ojo. “En nuestras propuestas no hay soluciones mágicas. Nuestra invitación apunta al protagonismo y a la lucha colectiva porque entendemos que podemos encontrar una salida si damos la pelea” comentó.
Frente a un público de fuerte impronta juvenil, Ofelia dejó claro que el conflicto de intereses es el elemento central para entender los procesos históricos y dar las discusiones necesarias para lograr avances en el campo popular. “En última instancia se trata de ver que hacemos con el 1% que acumula más poder y recursos que el otro 99% restante. Una trampa de estos tiempos consiste en hacernos creer que podemos discutir la pobreza sin discutir la riqueza” señaló.
Sobre el punto, Ofelia amplió su mirada y revisó que el Frente de Todos recuperó el gobierno bajo el lema “Volver para ser mejores” que para ella sugería la moderación, abandonar el conflicto y de alguna manera asumir una postura sumisa frente al poder. La operación resultó, según Ofelia, fallida, en tanto buena parte del campo nacional y popular se dejó narrar por la derecha y terminó asumiendo límites impuestos por el adversario.
“La derecha instala estupideces como que los mapuches son terroristas o que quienes cobran un plan no trabajan y son vagos; y si bien nuestros compañeros no van a repetir eso, en algún punto empiezan a abandonar el debate. No lo repetimos, pero nos dejamos correr cuando dejamos de hablar de estas cosas” ejemplificó. “La derecha está corriendo el límite de lo posible. Una semana hablan de la venta de órganos, a la siguiente de la dolarización; y mientras tanto nosotros hacemos catarsis” cuestionó.
Sobre la necesidad de recuperar el conflicto como escenario para el debate y la posibilidad de avanzar en nuevas conquistas sociales, Ofelia invitó a despojarse de temores, ya que “no fue desde nuestro campo que se desapareció gente ni se pusieron bombas. Hablamos de instalar un debate que nos permita avanzar en nuevos horizontes. Que nos permita pensar en cosas que hoy suenan imposibles y convertirlas en derechos. Hubo un tiempo donde las mujeres no podíamos votar y seguramente pareció imposible hasta que el movimiento sufragista y Eva lo hicieron posible. Yo viví las movilizaciones por el aborto y también parecía imposible, pero lo logramos” reseñó.
En tiempos donde “se especula con un resultado de derrota para, finalmente, no dar ningún debate” Ofelia invitó a “dar la pelea y recuperar la autoestima porque, podemos ganar”.