ACEPTACIONES
La miró a la cara y le pidió una sonrisa,
o una mueca al menos.
La miró a la cara; deseos de tranquilidad y beldad.
La miró a la cara; atención y abrazo,
la miró a la cara y le reclamó amor.
La miro a la cara y suspiro,
y luego pregunto ¿por qué?
Como pidiendo respuesta,
a las billones de partículas que
componían el aire que separaba sus rostros.
La miro a la cara; un segundo,
y luego dos.
Se acercó y se alejó,
achinando los ojos,
buscando enfoque.
Con un dedo,
le negó una peca, un pocito,
y luego tres.
Y se empaparon sus ojos, luego cuatro.
La pena se hundía en el silencio,
sus manos, en el rostro todo negado.
Brotaban lágrimas puras que se teñían de negro.
Transitaban las mejillas que dejaban entrever sus
manos,
manchándose la frente con la yema de sus dedos
que subían y bajaban al ritmo de la angustia,
la impotencia,
la rabia que se mezclaba con la luna nueva
entrando por el ventiluz del baño, y entonces…
entonces silencio y clama.
Se acomodó el pelo de la frente.
La miró a la cara y le pidió disculpas
secando de sus labios,
lágrimas ennegrecidas por el rímel.
Se miró a la cara, destrabó una mueca.
Se abrazó.
DEL RECUERDO
No sería capaz de ajustar palabras,
ni dibujar los símbolos que simulan dibujarla.
Ni arrugar la hoja que se deja,
ni besar el aire saboreándola.
No sería capaz de ver,
de oír a través del viento.
Presiento que estoy cerca,
pero no se deja su sonrisa ancha
como sus caderas que brotan.
…Y ahí paso.
Fugaz, dejándome alerta,
sonriendo despacio…
¿Dónde caben todas sus alegrías?
¿Dónde esconde las angustias y los llantos?
No hay lugar que la detenga.
Con los pies en la tierra
puede imitar a las aves
dibujando su propio relieve,
en cada desborde, en cada vaivén.
Es ella.
El espacio entre el marco y la puerta,
la última nota del piano,
la noche colmada de estrellas.
Es cronopia,
es electrón cargado.
Es y son todas,
todas las mujeres que han sufrido.
Porque todas las penas de la mujer
caben en una sola de ellas.
Ella se levanta aun cuando esta levantada,
porque toda la fuerza del mundo
cabe en una mujer que lucha.
Ella se estremece de placer
porque ella, se buscó el motivo perfecto.
…Y ahí va devuelta
disolviéndose en el aire,
y yo tratando de captarla,
con mis ojos.
Con estas torpes palabras…
PIEL CON PIEL
¿Será el momento de que me oiga este papel,
de que esa luz me ilumine al dibujarte?
No tienes nombre para mí.
Pero puedes brotar del caos que me abruma,
puedes danzar junto con mi mano
y esta lapicera que se agota.
Gota a gota te dibujas esquivando ramas,
derramando tinta.
Gota a gota te me escurres
piel con piel.
Eres suave cuando no trabas todos los caminos.
Eres lenta cuando empiezas sin sentido.
Eres rápida cuando sientes la verdad…
¿Será el momento de otro beso,
que entre tanta pobreza me ilumine?
¿Será el momento de inhalar ese calor que tantas
veces me extasió?
¿Será que todos somos hermanos y que
esta tinta, volverá a su punto de partida?
Que belleza este caos si me observo.
No le regalo mi tiempo,
no le soy fiel.
“Shhh”…
que afuera es más terrible aún.
CARACOL Y YO
La nube, sola, que se posa frente al árbol,
los oídos cansados de la misma melodía,
la lluvia que no cesa, no lava.
Mienten los perros desde el rincón de sus angustias,
mienten los ángeles que no vemos al costado del aura.
Atardecer o amanecer es lo que vivo.
Lluvia, pena, siento rabia.
El dolor y la risa me desatan, me destraban.
Arriba de las ruinas suben los musgos del sueño,
debajo de la vida los espermas se refugian.
Traten de verlos.
Viento que exhala,
tarde que calla,
sombra que deja la estela de tu alma.
Ya sabré buscarte en el recuerdo,
ya sabré aprender de las miradas.
Se desliza como un loco en mi ventana.
¿Que estará pensando?
Si es que no se mueve por inercia,
¿qué estará sobrando en las estrellas
que tanto las buscamos?
¿Qué se escode en versos repentinos,
que se enfoca irse del camino?
Gotas, gotas, gotas.
Como relojes que devoran el tiempo
como si lo hubiera,
como si existiera.
Gotas, gotas, gotas,
como pulsos del fin,
del comienzo de la angustia,
del comienzo de la furia,
del comienzo de las gotas,
del comienzo, del comienzo, del comienzo…
Miro con calma y respiro;
siento con ansias de giros,
vuelvo.
Recorro entero los males y sigo.
Me encuentro en el medio del océano,
tan solo,
diminuto,
estéril,
incierto,
despacio,
cansino.
Y el caracol se desliza por mi ventana.
Textos: Fede Vera.
Fotografías: Sathia Sol se presenta 👇
La canción se llama Y el mundo sigue andando y es de la banda argentina NAFTA.