Los caminos para que un artista encuentre su técnica y la forma en que quieren comunicarse con el mundo son tan únicos como sus obras. Liliana Rocha encontró, a través del camino del arte textil, la expresión más mínima posible para construir sus piezas: un botón. En realidad, muchísimos botones.
Sus cuadros miden aproximadamente 1,50 x 1 metro, y trabaja en formato de serie. Actualmente, está ocupada en un proyecto sobre diferentes vírgenes de todo el mundo, de las que ya tiene realizadas la Virgen de Luján y la Virgen de Lourdes.
Ladran Sancho conversa con la artista cuya obra decora el hall principal del Municipio: el retrato del jugador que llevó a la Argentina a ganar su tercera copa del mundo. Liliana le agradece al personal de la Secretaría de Culturas y Turismo por haberle dado un espacio, al intendente Leo Botto por recibirla y su hijo Fernando que la apoya incondicionalmente.
—¿Cómo fueron tus comienzos como artista?
—Mi historia del arte comenzó en el 2016, dedicándome a lo textil. Empecé a estudiar moldería industrial y nos hacían dibujar figurines, maniquíes, ojos, labios. Cuando empezamos con rostros me di cuenta que me salía de manera natural dibujarlos. Más adelante, en 2018, recuerdo que en mi trabajo había una bolsa muy grande de botones de todos colores y justo habían anunciado un concurso de AdunLU sobre la lucha docente y los derechos humanos. Se me ocurrió hacer el retrato de Carlos Fuentealba. Gané el concurso con ese retrato que es inmenso y ahí comenzó mi camino con esta técnica.
—¿De qué manera trabajas para realizar tus cuadros con botones?
—Yo no dibujo nada ni lo hago sobre una foto. Simplemente voy pegando los botones y la obra va saliendo. Para mí es toda una incógnita, algo que pasa dentro de mi cabeza de forma natural y que voy creando. La obra que ganó el concurso fue donado al Bachillerato Carlos Fuentealba de la ciudad de Luján. Después pude seguir haciendo pinturas, participando en concursos y haciendo retratos a lápiz, pero algo que me atrapó definitivamente fue el tema de los botones, es como si fuese un tipo collage lo que hago. Y este año hablé a una fábrica de botones en CABA, les conté y les mostré las fotos y entonces me hicieron una donación de botones inmensa. También me comuniqué con una fábrica de adhesivos de Pilar que sin conocerme confiaron en mi y me mandaron a mi casa adhesivos, y seguí trabajando sin cesar.
—¿En qué proyectos artístico te encontrás trabajando ahora?
—Actualmente estoy trabajando en un proyecto que es una serie de distintas vírgenes. Ya tengo hecha la Virgen de Luján, la Virgen de Lourdes, y todo siempre con botones. Es algo que me está llevando mucho tiempo pero creo que va a quedar muy bueno. También estoy haciendo retratos por encargo y paisajes, edificios. Esas cosas me encantan. Mi inspiración para cualquiera de esos trabajos llega a partir de la observación de mi propia ciudad. De estar viendo desde distintos ángulos la Basílica, su Virgen, toda esa belleza que existe aquí en Luján y a veces la misma vorágine de la vida hace que no se preste la atención. Pero hay lugares de nuestra ciudad que me encanta recorrer y que siento que son hermosos y me llenan. Por eso me siento muy agradecida. Estoy especialmente agradecida también con Gustavo Navone que para mí es un maestro, y con mi hijo Fernando que es incondicional y me acompaña a todos lados. Ese agradecimiento que siento, y aceptar las críticas constructivas, son lo que hace que pueda seguir dándome a conocer, y creciendo en mi trabajo.
Para conocer más de su obra, podés ver su Instagram
Fotografía: Cortesía de la artista.