En las últimas semanas, la tonalidad del Río Luján cambió de su habitual marrón oscuro a un verde claro y brillante. Varios medios locales y deportistas que practican remo a la altura de Jauregui alertaron sobre la situación, así cómo la gran cantidad de peces muertos. El fenómeno también se relevó en Olivera, Goldney y Mercedes.
Sobre el tema, trabajaron científicos del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable de la UNLu y del CONICET, así como la el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires y la Dirección de Gestión Ambiental del gobierno local. A través de un comunicado de prensa dieron a conocer los primeros resultados del muestreo tomado en la localidad de Jauregui.
«En virtud del intercambio de documentación, opiniones y recorridos, los especialistas coinciden en opinar que no se está en presencia de cianobacterias» cómo había circulado en algunos medios «sino que se está en presencia de una fuerte proliferación de algas y plantas acuáticas debido a las continuas altas temperaturas y bajo caudal del río». Por lo cual descartan la toxicidad del agua debido a este microorganismo.
El informe explica que «se observa un proceso de eutrofización (enriquecimiento excesivo de nutrientes) el cual es potenciado por actividades antrópicas. Este proceso propició una floración de algas bajo superficie y de plantas en la superficie» esto impide que la luz penetre en el ecosistema acuático y «por debajo de ellas se hace imposible la fotosíntesis, productora de oxígeno libre».
«A la vez que aumenta la actividad metabólica consumidora de oxígeno (respiración aeróbica) de los descomponedores, que reciben los excedentes de materia orgánica producidos natural y antrópicamente». Brian Vega, Director de Gestión Ambiental del municipio, explicó para Ladran Sancho que el río tiene una saturación de oxígeno que no hace posible la vida de los peces.
El funcionario expresó que “se está investigando factores antrópicos” es decir, aquellos provocados por la actividad humana, como potenciales vuelcos de químicos en la zona del Parque Industrial. Allí se tomaron muestras que son investigadas en el laboratorio de la UnLu. Además, el municipio tomó contacto con las autoridades ambientales de Mercedes.
El comunicado concluye expresando que «se infiere este hecho como una conjunción de factores naturales (altas temperaturas, drenaje escaso) y, potencialmente, a la espera de lo que arrojen los resultados de las muestras realizadas, de carácter antrópico, en un río urbanizado. Por tales motivos se recomienda no nadar en las aguas del río».
Según informó Vega, la próxima semana, las autoridades de la administración de agua de la provincia visitarán las zonas de vuelco de la localidad, para analizar esta práctica “que podrían llegar a ser el factor determinante de la cuestión” proyectó.
Foto: Archivo Ladran Sancho.