Jonathan Morel, el joven de 23 años que planificó varias movidas contra el gobierno del Frente de Todos y particularmente contra Cristina Fernández de Kirchner, pasa sus días en Chivilcoy.
Antes de instalarse en la casa de su abuela a 160 kilómetros de Capital Federal, llevó adelante convocatorias a Casa Rosada, a ministerios y a la casa de la vicepresidenta. Tiempo después del intento de magnicidio se probó la relación de los implicados materiales con el grupo de Morel por lo que CFK pidió su detención.
“De las conversaciones descubiertas entre estos integrantes de Revolución Federal surge que planeaban juntar dinero para contratar un sicario… El dinero se encontró y el sicario está preso”, expresó recientemente la vicepresidenta en las redes sociales.
Aún con dudas sobre lo que le depara el futuro, Morel pasa sus días en Chivilcoy donde fue visto laburando como mozo en dos restaurantes. En un pueblito calmo de la provincia de Buenos Aires no tardó en llamar la atención y desde el PJ local salieron a repudiarlo.
Además, apuntaron contra el accionar del poder judicial: “Nos condena a tener que convivir con este monstruo que ha sido promotor de la violencia política de manera pública”.
“Ahora tenemos a un neonazi en nuestras calles”, continuaron en el descargo desde el PJ de Chivilcoy horas antes del año nuevo.
En otro tramo del comunicado plantearon que “para alguien desprevenido puede parecer una persona común sirviendo un café en un bar pero es un fanático guiado que promueve la violencia y la eliminación física de quienes son objeto de su odio”.
Morel cobró notoriedad pública tiempo antes del intento de asesinato a CFK. Lo hizo como líder de la agrupación libertariana que llamaba a movilizarse con altos grados de violencia. Por entonces utilizaban como lema “Presos, Muertos o Exiliados”. Recibió desde su taller de carpintería a la Revista Anfibia para contar los detalles de cómo se movía Revolución Federal y el armado de la famosa guillotina que circuló las actividades.
El pibe que se presentó como humilde y sin recursos recibió financiamiento del Grupo Caputo que aún no termina de explicarse en el ámbito judicial y sobre el que insisten en el pedido de investigación los abogados de CFK.
Morel está radicado desde noviembre en Chivilcoy y, según contó al periódico local La Razón, vive junto a su abuela que es vecina del pueblo desde hace 4 años.