Acompañada de su hijo Carlos y su nuera, Chicha votó en la misma escuela donde décadas atrás cursó sus estudios primarios.
Por los mismos pasillos de la Primaria 11 en los que correteó de niña caminó hasta su mesa para emitir el sufragio pasado el mediodía. Chicha ya va por sus 93 años y aunque no tiene la obligación legal de votar, no se quiso quedar afuera de esta fiesta democrática.
“Yo quería venir” insiste Chicha que se quedó en casa para las PASO y en las generales, pero pidió especialmente que la llevarán a votar para este balotaje. “Estoy contenta, estaba esperando que llegara el día y espero que salga todo bien” comenta.
Nació cuando las mujeres aún no podían votar, tiempo atrás del impulso, que gracias a Eva Perón, las incluyera en el proceso electoral. Vivió las posteriores dictaduras, la guerra de Malvinas y estos 40 años de democracia ininterrumpida. Chicha vuelve a las urnas para elegir al próximo presidente.
Aplausos y elogios de fiscales y autoridades de mesa anunciaron su llegada y ella respondió con una sonrisa. “Yo ya estoy hecha, pero sigo y estoy acá” dice mientras vuelve a casa tras cumplir con su derecho ciudadano.