En medio de la crisis económica y sanitaria por la pandemia de coronavirus, el Gobierno Nacional extiende hasta el 31 de marzo próximo el congelamiento de los alquileres y la suspensión de los desalojos.
La medida comprende a los inmuebles destinados a vivienda única urbana o rural; habitaciones en pensiones, hoteles o alojamientos similares; los destinados a actividades culturales y/o comunitarias; los rurales destinados a pequeñas producciones familiares y pequeñas producciones agropecuarias.
Asimismo prorrogan, hasta la misma fecha, la vigencia de los contratos de locación cuyo vencimiento haya operado desde el 20 de marzo pasado del 2020. Además alargan el plazo para pagar las deudas de alquileres de 6 a 12 meses.
El congelamiento de los alquileres se dispuso en marzo del año pasado, en el marco de varias medidas de alivio del impacto económico de la pandemia. El primer decreto (320/2020) mantuvo los precios vigentes a marzo hasta el mes de septiembre de 2020. Luego, un segundo decreto (766/2020) prorrogó la medida hasta fines de enero de este año.
Además, la medida establece que no podrán aplicarse intereses ni otras penalidades previstas en el contrato, tanto para el pago de la diferencia entre la cuota que hubiere debido abonarse según las prescripciones contractuales y la que efectivamente deberá pagarse por la medida, como para el pago de deudas.
Desde Inquilinos Agrupados festejaron la medida y señalaron que ahora es necesario avanzar en un «plan de desendeudamiento y control del cumplimiento de la ley de alquileres».