“El discurso de Boto me pareció el de un intendente que reniega de su condición de Campora, echándole la culpa a su propio gobierno nacional por la inflación y excusándose en el retraso de las obras. Veo un intendente con miedo a perder y que nuevamente la ciudadanía desapruebe su gestión”, fueron las primeras palabras de Sallaberry mientras Boto todavía estaba saludando gente en el Concejo Deliberante tras dar su discurso de apertura de sesiones ordinarias durante el miércoles.
Las palabras del Intendente incluyeron un repaso por las políticas y obras de la gestión actual y una constante comparación con el gobierno anterior. Sallaberry fue la mano derecha de Oscar Luciani desde la jefatura de gabinete y las miradas se posaron insoslayablemente sobre ella cada vez que Boto pedía recordar de dónde venimos.
Para Sallaberry la comparación entre una gestión y otra es una operación de “marketing que está intentando instalar hace mucho tiempo, pero no lo logra”. La vecinalista que hizo escuela con el ex intendente Luciani oriundo de Córdoba, busca su precandidatura local integrando las filas de Vidal y Ritondo. En la pelea por suceder a Boto dijo que “la gente no es tonta y no compra espejitos de colores de un foráneo que solo ha venido acá buscando subir unos peldaños en la política”.
Más allá de la artillería electoral, el Intendente buscó generar un debate sobre la gestión del Estado y las decisiones de política económica que permiten robustecer la capacidad del municipio. Con énfasis, criticó la gestión anterior por el “desmadre” en el cobro de tasas y puso como ejemplo a seis de las diez empresas más importantes del distrito que pagaban una tasa rural menos costosa que la industrial y la falta del cobro del 40% de los barrios privados.
En el recinto hubo miradas cruzadas y Ladran Sancho buscó en Sallaberry una respuesta que no llegó. La vecinalista dijo: “No le voy a responder a un Intendente que está obsesionado con mi figura porque le ganamos las elecciones (2021) y le aviso que esta vez le vamos a volver a ganar. No me preocupa que el Intendente quiera amedrentarme. Boto es un eslogan caminando, no me preocupa”.
En Juntos por el Cambio la política impositiva está clara, al menos desde el discurso. “Bajar la carga impositiva y de tasas municipales para favorecer la radicación de empresas”, comentó Sallaberry sin responder a la pregunta que quedó resonando en el Concejo Deliberante: “¿Por qué en vez de recaudar los 32 millones de pesos (de la actualidad), el gobierno anterior recaudaba 400 mil pesos de tasas industriales?”.
Tras el discurso de Boto, el escenario electoral sube la temperatura y ahora vale preguntarse, ¿qué pasará con el diálogo entre le gobierno y la oposición? Sallaberry asegura que no se ha roto el diálogo y que “la Unión Vecinal ha sido la fuerza más coherente en este Concejo Deliberante. Hemos opinado lo mismo sobre la termoeléctrica mientras fuimos oficialismo y cuando nos tocó ser oposición”.