Para Andrea Bracamonte no hay imposibles y lo demuestra día a día. Cuando tenía 23 años sufrió una lesión medular que la dejó en silla de ruedas y, luego de un camino largo, buscó la manera de seguir adelante con su vida, por lo que el deporte fue un gran aliado. Por recomendación de los médicos, comenzó con su rehabilitación en una pileta, practicando natación, aunque tiempo más tarde le agarró el gustito a la competencia.
En el camino también fue encontrando otros deportes, como el básquet y el remo adaptados, en los que también supo destacarse. Sin embargo, conoció el canotaje y se enamoró de la disciplina. Es así que hasta el día de hoy lo practica y al que asegura que le debe mucho. “No importa si gano, si pierdo. Subirme al bote no lo cambio por nada. Eso es lo que me gusta hacer y lo que quiero seguir haciendo”, resalta.
Hoy, a sus 54 años, Andrea es miembro de la Selección Argentina de paracanotaje, luego de haber logrado la marca en el selectivo de General Villegas, que le permite un año más representar al país. Al ser miembro de la selección, entrena 3 veces a la semana en Tigre, en la pista nacional de remo, mientras que también complementa su preparación física en el CENARD, con 3 días de gimnasio.
Pese a ser de Ituzaingó, donde tiene su familia y su trabajo en la oficina, Andrea conoció el Club Náutico El Timón y quedó encantada. Es por eso que, desde hace varios años, representa a la institución de Jáuregui, a la que asiste siempre cuando sus tiempos se lo permiten. Sus inicios en la disciplina fueron en el Club Timón, de la mano de Diego Díaz, quien adaptó un bote para que la Bracamonte pueda practicar el deporte.
De ahí en más y pese a haber competido en muchos países, Andrea siente con mucho orgullo representar a la institución que la ayudó a crecer como deportista. Hoy, con vistas puestas al nuevo selectivo, Bracamonte sueña con seguir representando al país, aunque hay un sueño que la desvela, los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Siempre tuve el sueño de poder llegar a un Juego Olímpico. Siempre trato de soñar en grande. Después, si no se da, no se da, pero el objetivo es París 2024. Se trabaja para eso. Representar a tu país es lo más hermoso del mundo”, asegura la deportista.