“Tenemos un proyecto de sociedad: diverso, inclusivo, alegre y gozoso, y eso nos convoca esta jornada y cada día a levantar nuestras banderas y a construir redes de sostén y resistencia ante el cis-sexismo, la héteronorma y el patriarcado”, fueron las palabras de bienvenida por parte de la organización autogestiva de la sexta marcha del orgullo en Luján.
Feria autogestiva, talleres, stands, DJ y arte fueron las actividades que surgieron durante toda la tarde. Las propuestas de este sábado tuvieron como contexto la inminente elección presidencial que amerita volver a poner en agenda los temas del colectivo y los reclamos históricos.
Las mujeres y disidencias que se congregaron en la Plaza Colón y marcharon por las calles de la ciudad plantearon varios tópicos: ley integral trans, pedido de justicia por Tehuel, un mejor acceso a la salud para el colectivo local y más presupuesto para el área municipal de géneros, el cumplimiento de la ley de talles y la creación de nuevas normas como la “Nueva Ley Antidiscriminación que amplíe la definición de acto discriminatorio y contemple la discriminación por discapacidad, orientación sexual e identidad de género”.
“Nuestro colectivo ya comenzó a escribir su historia política con un impulso irrefrenable, porque sin nosotres en el Estado y en cada ámbito de la vida, esta es una democracia incompleta”, sumaron quienes organizaron la sexta marcha del orgullo en Luján.
La tarde también incluyó un apartado para la historia del movimiento y sus implicancias locales. La primera marcha del orgullo en nuestra ciudad sucedió durante 2017 como fruto del encuentro de mujeres y diversidades. Si bien esta es el sexto año -a excepción del 2020 por la pandemia- que se realizan actividades por el orgullo de los colectivos LGBTIQNB+, les anfitriones recordaron que la lucha lleva más de 30 años.
Desde “las pioneras que marcharon por primera vez en todos los rincones de nuestro país, las que realizaron esa ruptura fundamental que nos permitió pasar del ocultamiento a la visibilidad, de la vergüenza al orgullo”, agregaron.
Antes de que el sol cayera, más de un centenar de personas recorrieron las calles del centro de la ciudad cantando, bailando y agitando con mucho orgullo. La Basílica de Luján, la Comisaría y la Fiscalía, volvieron a ser paradas obligatorias para marcar el peso de las instituciones en la vida de las personas y para recordarles que al closet, ya no se vuelve.